Aires acondicionados
¿Por qué tu aire acondicionado consume más energía?
Un aumento en el consumo eléctrico puede deberse a varios factores que impiden que el equipo funcione con eficiencia:
Filtros sucios: Reducen el flujo de aire, obligando al sistema a trabajar más para alcanzar la temperatura deseada.
Gas refrigerante insuficiente: Si el nivel de gas está bajo, el compresor funciona durante más tiempo para lograr enfriar el ambiente.
Falta de mantenimiento preventivo: La acumulación de polvo, fugas o mal estado de los componentes aumenta el consumo de energía.
Fugas de aire o instalación defectuosa: Un sellado incorrecto, aislamiento deficiente o instalación en un lugar poco adecuado puede comprometer el rendimiento.
Mantenimiento preventivo vs correctivo: ¿Cuál necesita tu aire?
Mantenimiento preventivo: Es una revisión periódica programada para conservar el buen estado del equipo. Incluye limpieza de filtros, revisión del gas, inspección de conexiones eléctricas, limpieza de la unidad exterior e interior. Debe hacerse mínimo una vez cada 6 meses.
Mantenimiento correctivo: Se realiza cuando el equipo ya presenta fallas. Puede implicar cambio de tarjetas electrónicas, reparación de fugas, reemplazo de ventiladores o motores, entre otros.
La mejor inversión es anticiparse a las fallas con un buen plan de mantenimiento preventivo.
Errores al instalar un minisplit que podrían costarte caro
La instalación de un aire acondicionado tipo minisplit debe hacerse por personal calificado. Algunos errores comunes que encarecen el funcionamiento o dañan el equipo son:
Uso de tubería incorrecta: Si la tubería de cobre no tiene el diámetro adecuado o no se instala con el aislamiento requerido, puede haber pérdida de presión o formación de escarcha.
Instalación en zonas expuestas al sol: Esto obliga al sistema a trabajar más para mantener la temperatura deseada.
No hacer prueba de vacío ni prueba de presión: Es fundamental para asegurar que no haya humedad ni fugas en el sistema.
Conexión eléctrica sin breaker independiente: Una mala conexión puede generar sobrecargas, dañar la tarjeta electrónica o incluso provocar incendios.